Las 10 cosas que aprendes al convertirte en madre

Cuentan que como premio por haber promovido la reconstrucción de su templo, Dios le dijo a Salomón que pidiera lo que quisiera y Él se lo daría. Podía elegir dinero, mujeres, joyas, poder. Lo que fuera, pero lo que Salomón decidió pedirle a Dios fue sabiduría, entonces Salomón se convirtió en el más sabio de los hombres que hubieran vivido hasta ese momento, y como Dios se congratuló tanto con el deseo de Salomón, le dio además dinero y poder, convirtiéndolo en el rey más poderoso, rico y sabio del mundo.

Para mí, convertirme en madre ha sido el tan ansiado regalo de la sabiduría. Así que para celebrar este día de las madres, les quiero compartir sólo algunos de los aprendizajes más importantes que mi hija me ha regalado:

1. Aprovechar el tiempo: Ahora soy un poco más consciente de la importancia de cada hora y cada día, por lo que trato de dar tiempo para lo más importante en mi vida. Todos tenemos un tiempo de vida finito, y a veces lo desperdiciamos en cosas que nos hacen ver bien pero que a la hora de la hora no significarán nada.
2. Amar: Sin condiciones, sin sube y bajas, amar antes, durante y después. Amar guiando, protegiendo, observando, abrazando. Amar sin conocer y conocer amando.
3. Conciliar: equilibrar el trabajo con el entretenimiento, las entradas de dinero con las salidas, mis necesidades con las suyas.
4. Conocerme: Qué me enoja, que siento, cómo me calmo, qué me gusta, qué no me gusta. Cuáles son mis sueños y mis motivaciones. Cuáles son mis defectos y mis virtudes. Y además, amarme.
5. Dar: Siempre fui la chiquita de mi casa, por lo que recibía de todos sin tener que dar. Dar desde lo más pequeño hasta lo más grande e importante, sin que signifique un sacrificio. Comerme la cáscara de la manzana y darle lo de adentro, preocuparme primero por que ella reciba lo que necesita que por mí misma. Sembrar para después cosechar, sin sembrar pensando en cosechar.
6. Disfrutar: Pararme a disfrutar los pequeños grandes placeres. Arrullar a mi hija, jugar, leer juntas, mojarnos. Estar en el momento con todos mis sentidos y ver la vida un poco como niña, percibiendo la belleza del cielo y el rico sabor de un helado.
7. Ser pro-activa: si no sé algo lo investigo, si me falta algo lo consigo. Como cualquier pasión, ser madre te mueve a actuar.
8. Soltar: dejar ir el deseo de controlarlo todo y a todos por miedo y ego, y en vez de eso fluir y confiar.
9. Valorar a la familia: darme cuenta que mis padres me aman tanto como yo a mi me ha dado una perspectiva un poco distinta.
10. Respetar: Ver al que no sabe o no es de mi tamaño como alguien que tiene los mismos derechos que yo y merece el mismo trato respetuoso que yo espero para mí.

Siento que hoy en día, esto de ser madre es visto como una carga, como algo que le quita a la mujer tiempo, dinero, energía y poder. Es cierto que hay ciertas «desventajas», pero creo que no hay que victimizarnos añorando tiempos que no volverán, hay que luchar para que madres, padres y niños reciban un trato digno, equitativo y respetuoso en todos los aspectos para que ser madre no sea castigado si no cuidado y admirado, como debería ser.

Yo creo que lo que da ser madre es mucho más valioso que cualquier otra cosa, y lo que tú puedes dar desde ese papel tiene gran poder. Creo que ser padres  y madres -conscientes- nos hace más humanos. Así que agradezco ser madre porque, a pesar de que me falta mejorar mucho en todos los sentidos, en verdad pienso que me ha convertido en una mejor versión de mí misma. Les deseo un muy feliz día de la madre a todas y las invito a reflexionar cuáles han sido sus regalos.

Actualización: Hoy le agrego una más que no la había tomado en cuenta y que es de las mejores cosas que me ha dado la maternidad:

11. La sororidad: La sororidad entre madres es algo hermoso que me han enseñado mujeres maravillosas y que ahora yo practico e intento mostrar con mis acciones y mis palabras a otras madres que están cansadas, confundidas, que se sienten juzgadas, con miedo, o con ganas de hacerlo cada día mejor. La forma en que entre madres nos podemos sostener y dar fuerza en este camino es de lo más valioso que me he encontrado. Creo que sin mis amigas mamás y sin esas madres que se han cruzado en mi camino y sin conocerme me han apoyado y sostenido, sin mi propia madre que valora todo lo que yo hago y siempre me echa porras, este camino sería demasiado pesado y agotador. Así que gracias a todas ustedes y a mi hija por haber llegado a mi vida para que yo aprendiera tanto de otras mujeres maravillosas.