Esto de la maternidad es un ir y venir de inseguridades.
Cuando tu bebé te prefiere a ti sobre todos los demás es padrísimo, te sientes especial, necesitada, importante. Eso te hace sentir, aunque cansada, segura de que tú y tu presencia son lo mejor para tu hija. Pero resulta que tienes que ir a trabajar o a estudiar, y te sientes mal porque tu bebé se queda llorando cuando te vas, porque la obligas a quedarse con su abuela cuando lo único que quieren tu bebé y tú es estar juntas sin que nadie se meta.
Y entonces pasa el tiempo y tu bebé va creciendo y acostumbrándose a sus demás cuidadores. Y empiezas a trabajar más porque debes de salir adelante y aunque no sabes qué vas a hacer tienes que fingir que sabes lo que haces y que vas hacia algún lado. Sólo deseas que poco a poco las cosas vayan tomando forma y lo que más quieres es estar con tu hija todo el tiempo, verla crecer y que te ame como te amaba antes. Pero ahora su persona preferida es su abuela, que es la que más tiempo pasa con ella (o eso sientes tú) y además no llega a la casa y tiene que seguir trabajando, o es su papá, con el que se va a hacer cosas divertidas y a comer pizza, o es su abuela paterna que la lleva a parques de diversiones y le compra juguetes.
Y no sabes si estás haciendo algo mal o sólo es una etapa, o es que más bien te ama tanto que te reclama no estar con ella. Y lo que más quieres es encontrar la forma de trabajar sin dejar de ser mamá.
Tengo un trabajo de medio tiempo porque no quiero regalar 9 horas diarias a alguien más que no sea yo o mi hija. Pero es muy raro encontrar trabajos de medio tiempo, de tu carrera, bien pagados. También trabajo de forma independiente, y total que siempre estoy corriendo y con prisas de llegar con mi hija o hacer entregas. Y a veces me pregunto para qué diablos estoy trabajando así si ni me alcanza (el tiempo y el dinero). Si tal vez debería buscar después un trabajo de tiempo completo, sacrificar por un año, o más, el tiempo con mi hija. Una vez hasta pensé en que tal vez sería mejor para ella que se fuera a vivir con su papá y yo sólo la viera un par de días a la semana. Él tiene más dinero, un mejor trabajo, sus papás tienen una casa más grande, con mascotas y un jardín. Y a veces creo que ella lo quiere más.
Y sólo aguanto, y trato de darle toda mi atención cuando estoy con ella, y trabajar todo lo que puedo cuando está dormida. Aunque a veces siento que no es suficiente, que no lo hago tan bien. ¿Cómo desarrollarme profesionalmente si quiero y tengo que jugar a que soy un monstruo y perseguir a mi hija por toda la casa? ¿Cómo darle toda la atención de calidad que ella necesita si quiero y tengo que poder proveerle económicamente por mí misma?
Creo que a mi hija le costó un poco de trabajo estar cambiando de ambiente a cada rato y además entender que su papá o su mamá a veces no están, y le costaba despedirse, o cuando llegaba andaba de mal humor. Pero las últimas semanas la veo muy bien y muy adaptada a los cambios y horarios. Ahora ya se despide de mí de beso cuando me voy a trabajar, pero también me dice a veces «no tabajar», así como para pasársela a mi jefe por teléfono y me lo tomara como un justificante totalmente válido.
De todos modos quisiera darle más, más tiempo, más educación de calidad, más juego, más abrazos, más mamá, más ejemplo, más herramientas. Más todo. Y la semana tiene sólo 7 días y el día sólo tiene 24 horas, y aunque no quisiera yo también tengo que dormir.